Sobre mí

Mi historia

Al menos una parte…

Estudié Ingeniería Forestal, mientras me ganaba la vida como monitora de tiempo libre y cuentacuentos. Me la gané tan bien que seguí dedicándome a ello tras titularme en la universidad, y además comencé a desarrollar proyectos de cambio social a través de la narrativa y la informática con ONGs y ayuntamientos.

En ese momento empecé a recibir también demandas específicas para impartir formaciones en empresa sobre presentaciones y oratoria, y detecté un interés creciente en todo lo que el Storytelling podía aportar. Simplemente, los equipos de publicidad, copywriting, marketing, comercial y en general todas las personas en posiciones de liderazgo y comunicación estaban siendo conscientes de que vez más era más difícil que su audiencia les escuchara.

Lo sorprendente para mí era el hecho de que estaban pasando por alto lo que cualquier narradora de escenario tiene integrado hasta la médula: solo puedes conseguir la atención de tu público si eres capaz de entender sus emociones y de ponerte en su piel. 

La distancia entre las empresas y su audiencia ha aumentado a medida que la economía de la atención crecía; solo salvando esa distancia y reconectando con las personas a las que hablamos es posible presentarles nuestras propuestas de forma eficaz. Y para eso no basta con contar anécdotas o cuentos: hay que construir relatos sólidos que inspiren confianza. Así que, además de proporcionar formación, inicié también mi actividad como asesora en Storytelling para todas aquellas entidades que querían mejorar sus mensajes de forma radical.

Llevar adelante tal cantidad de proyectos diferentes (algunos bastante dispares tanto en temática como en metodología) es una fuente de aprendizaje y motivación constantes, y a la vez un desafío organizativo. Trabajar con horarios diversos, equipos con disponibilidades cambiantes y muchos clientes distintos era complicado de gestionar con las técnicas de organización personal tradicionales, así que comencé a interesarme por distintas metodologías basadas en GTD. Siendo consciente de que cualquier problema se da en un contexto físico y social, comprendí que tener una metodología GTD es solo es un primer paso: si no eres capaz de complementarla con técnicas de automotivación, disciplina y comunicación con tu equipo, empresa, familia, etc., fracasarás. 

Fue entonces cuando empecé a investigar sobre la integración de distintas metodologías de organización personal y de equipo con los principios del Storytelling y de la psicología de la conducta. Primero únicamente para aplicarlas a mi propio caso personal, pero posteriormente empecé a recibir peticiones de formación y asesoría de clientes particulares y empresas, así que comencé a incluirlo en mi portfolio profesional. 

Hace nueve años, el grupo Singular me ofreció incorporarme a sus equipos de Targeting y Solving, especializados en orientación a cliente y resolución de problemas complejos. Mi misión inicial estaba centrada en emplear técnicas de Storytelling para alinear todas las comunicaciones de nuestros clientes con una identidad sólida que trascendiera la idea de “campañas” y se basase en propuestas con principios y valores sólidos que hicieran que sus audiencias los posicionaran correctamente como interlocutores de confianza.

Paulatinamente, me di cuenta de que muchas dificultades de comunicación en las empresas respondían a estrategias equivocadas al abordar sus problemáticas. Ahí fue cuando tuve la oportunidad de integrar mis conocimientos y experiencia en Ingeniería, Biología, Comunicación y Modificación de conductas y especializarme en Resolución de Problemas Complejos.

Entonces llegó 2020, y la mayoría de los proyectos en los que trabajaba se detuvieron. Aproveché ese tiempo para refrescar mis conocimientos de programación y desarrollo y poner en marcha un pequeño negocio paralelo de desarrollo y mantenimiento de webs en colaboración con WPHercules, el mejor servicio de hosting y gestión de WordPress que conozco.

Los proyectos de formación y asesoría se reanudaron, pero el servidor web sigue en marcha y poco a poco van añadiéndose clientes. No es un negocio masivo sino un servicio muy personalizado para clientes especiales, y reconozco que cada día me divierte más, porque además me permite mantenerme en contacto con la excelente comunidad de WordPress.

Lo interesante de esta multiplicidad de actividades es que me permite entender la cadena de valor de la comunicación y la estrategia de principio a fin. Pero, sobre todo, satisface mi interés por el aprendizaje constante.